Te escribo desde lo que vendría siendo tu futuro, pues aunque tú en tu realidad paralela tienes catorce años yo ya tengo veinticuatro. Uff, cómo pasa el tiempo, ¿verdad? Parece imposible, pero te has convertido en una adulta aunque a veces te olvidas por completo de ese hecho. No importa, te lo sigues pasando en grande.
Sé que no lo estás pasando demasiado bien y, aún ahora, cuando recuerdo esos momentos me pongo tristona, pero ya no vale la pena. Te terminarás dando cuenta de que el pasado, pasado está, aunque ahora no lo entiendas. No te gusta el lugar en el que vives, el lugar en el que estudias, lo que estás haciendo. No te gusta quién eres, cómo eres (casi más por culpa de los demás) y todo se te hace difícil. Pero muchacha, eres una adolescente y todavía te queda mucho por vivir por más que tú creas que ya lo has visto todo. Créeme, no has visto nada.
Te prometo que tu vida está a punto de empezar. Vas a comprender qué es lo que realmente te define, qué es lo que realmente te gusta aunque eso no sea lo mismo que les guste a los demás. Que les den. Tú eres tú y así tiene que seguir siendo (de momento lo estamos consiguiendo, compañera). Claro que cuesta, y sé que en muchos momentos te sientes mal, pero podrás con eso y con mucho más. El instituto te va a trancas y barrancas porque eres una perezosa; sí, te lo dice tu propio yo diez años mayor. Debes ponerte más las pilas en vez de pasarte la vida procrastinando (es una palabra nueva que hoy en día se usa para definir lo que tú haces cada puñetero día), pero ¿sabes qué? Al final todo se arregla. Te voy a hacer un spoiler de lo que, más o menos, te espera dentro de unos cinco años: vas a ir a la universidad. ¿Te lo puedes creer? Y te va a ir mejor de lo que te esperabas, así que tranquila, solo necesitas un buen empujón en el trasero de vez en cuando.
¿Qué más te voy a contar? Ah, sí, la música. Tu querida música. Espero que te guste saber que, diez años más tarde, todo sigue igual o mejor. Tú no puedes vivir sin ella; yo tampoco puedo. Has aprendido mucho en diez años, y aunque con catorce estás locamente enamorada de Bon Jovi (sigue siendo uno de mis grupos favoritos, no entres en pánico) vas a conocer a otros que te harán gritar y soñar tanto como ellos. Otro spoiler: en un año podrás ver a Bon Jovi en concierto y será uno de los mejores días de tu vida. Prepárate, chata, porque te vas a quedar completamente afónica. Pero sé que eso, lejos de preocuparte, te emociona; si es que sigo siendo como tú. Obviamente vas a tener tus épocas; algunas mejores y otras peores, pero lo que siempre te ha gustado te seguirá gustando, incluso más porque vas a aprender a disfrutarlo por completo. Vas a querer hacer tantas cosas que te va a faltar tiempo. Y vas a ir a tantos conciertos maravillosos que ni te lo vas a poder creer.
El resto de tu adolescencia será tranquila; nunca hemos sido especialmente difíciles, o al menos eso me gusta pensar. Y por si te lo preguntas, sí, sigo siendo una fangirl incurable, porque cuando nos gusta algo nos gusta de verdad y hasta el fin del mundo. Y lo que opinen los demás te va a seguir trayendo al fresco, y no sabes lo bien que sienta. Siempre te ha gustado leer, pero en un año o así te vas a volver una ávida lectora y querrás leer todo lo que se te ponga por delante. Tendrás una época muy interesante en la que no querrás soltar el libro que te estés leyendo ni para comer. Vas a vivir para y por los libros, y empezará a rondarte por la cabeza el hecho de trabajar como editora. No lo he conseguido, pero te encantará saber que ahora trabajo en un sitio que siempre te había encantado y sí, rodeada de libros, como tú querías. Sé que siempre te ha gustado el cine, también, pero gracias a la universidad empezarás a estudiarlo, a entenderlo y a disfrutarlo mejor, con más propiedad, y te va a encantar. Verás películas que te abrirán los ojos, la mente y el corazón y, sobre todo, que te harán feliz. Además, vas a viajar bastante y te va a encantar, así que ponte las pilas.
Ahora bien, creo que debo ser buena persona y avisarte de que, aunque ahora todo está bien, vas a tener malas épocas. Como todo el mundo, pero te vas a comer mucho el tarro. No todo sigue igual ahora que diez años atrás, claro que no. Nuestra familia está bien; los papas, tu tatona y Mixu, aunque ahora falta Almendrita. Cosas tristes que pasan. La vas a echar muchísimo de menos, así que prepárate; pero por si te consuela, muchas veces sueñas con ella y sabes que ha venido a verte en sueños. Cada día te vas a enamorar más de Mixu, ese gato gordo tan arisco que en el fondo es más tonto que una piedra pero que nos llena tanto el corazón. Tus amistades han cambiado. Muchas de las que están contigo a los catorce se han ido quedando por el camino a lo largo de estos años pero, sinceramente, no le doy muchas vueltas al tema. Las cosas pasan por algo, y si así tiene que ser, pues que así sea. En la universidad conocí a gente maravillosa que siguen siendo grandes amistades hoy en día aunque no las veo tanto como me gustaría, y con el tiempo ha ido añadiéndose gente a tu vida que solo nos la enriquece, así que puedes darte por satisfecha. Quizá no tenemos a todos los que queremos, pero queremos a todos los que tenemos y ya solo por eso podemos estar contentas.
Quiero que sepas que, aunque hoy en día sigo siendo una persona insegura, cada día intento quererme un poquito más, y aunque a veces me cuesta, lo estoy consiguiendo. Lo que sí te puedo asegurar es que me gusta la persona en la que me estoy convirtiendo y a pesar de que he tomado malas decisiones en la vida, algunas de ellas han sabido llevarnos por buen camino. Tu yo diez años mayor se siente orgullosa de quien es, y aunque a ti con catorce se te haga difícil, también te sentirás así; al fin y al cabo somos la misma persona. Espero poder decir lo mismo dentro de diez años.
Muchos besos,
Romi 💋
El resto de tu adolescencia será tranquila; nunca hemos sido especialmente difíciles, o al menos eso me gusta pensar. Y por si te lo preguntas, sí, sigo siendo una fangirl incurable, porque cuando nos gusta algo nos gusta de verdad y hasta el fin del mundo. Y lo que opinen los demás te va a seguir trayendo al fresco, y no sabes lo bien que sienta. Siempre te ha gustado leer, pero en un año o así te vas a volver una ávida lectora y querrás leer todo lo que se te ponga por delante. Tendrás una época muy interesante en la que no querrás soltar el libro que te estés leyendo ni para comer. Vas a vivir para y por los libros, y empezará a rondarte por la cabeza el hecho de trabajar como editora. No lo he conseguido, pero te encantará saber que ahora trabajo en un sitio que siempre te había encantado y sí, rodeada de libros, como tú querías. Sé que siempre te ha gustado el cine, también, pero gracias a la universidad empezarás a estudiarlo, a entenderlo y a disfrutarlo mejor, con más propiedad, y te va a encantar. Verás películas que te abrirán los ojos, la mente y el corazón y, sobre todo, que te harán feliz. Además, vas a viajar bastante y te va a encantar, así que ponte las pilas.
Ahora bien, creo que debo ser buena persona y avisarte de que, aunque ahora todo está bien, vas a tener malas épocas. Como todo el mundo, pero te vas a comer mucho el tarro. No todo sigue igual ahora que diez años atrás, claro que no. Nuestra familia está bien; los papas, tu tatona y Mixu, aunque ahora falta Almendrita. Cosas tristes que pasan. La vas a echar muchísimo de menos, así que prepárate; pero por si te consuela, muchas veces sueñas con ella y sabes que ha venido a verte en sueños. Cada día te vas a enamorar más de Mixu, ese gato gordo tan arisco que en el fondo es más tonto que una piedra pero que nos llena tanto el corazón. Tus amistades han cambiado. Muchas de las que están contigo a los catorce se han ido quedando por el camino a lo largo de estos años pero, sinceramente, no le doy muchas vueltas al tema. Las cosas pasan por algo, y si así tiene que ser, pues que así sea. En la universidad conocí a gente maravillosa que siguen siendo grandes amistades hoy en día aunque no las veo tanto como me gustaría, y con el tiempo ha ido añadiéndose gente a tu vida que solo nos la enriquece, así que puedes darte por satisfecha. Quizá no tenemos a todos los que queremos, pero queremos a todos los que tenemos y ya solo por eso podemos estar contentas.
Quiero que sepas que, aunque hoy en día sigo siendo una persona insegura, cada día intento quererme un poquito más, y aunque a veces me cuesta, lo estoy consiguiendo. Lo que sí te puedo asegurar es que me gusta la persona en la que me estoy convirtiendo y a pesar de que he tomado malas decisiones en la vida, algunas de ellas han sabido llevarnos por buen camino. Tu yo diez años mayor se siente orgullosa de quien es, y aunque a ti con catorce se te haga difícil, también te sentirás así; al fin y al cabo somos la misma persona. Espero poder decir lo mismo dentro de diez años.
Muchos besos,
Romi 💋