FUENTE |
Para quien no lo sepa, Vikings (2013) es una serie creada por Michael Hirst (creador también de Los Tudor) para el canal The History Channel. En ella se explica la vida del vikingo Ragnar Lodbrok, quien llegó a convertirse en una leyenda nórdica por saquear Northumbria, Francia y Bretaña para terminar por convertirse en rey. La primera mitad de la cuarta temporada finalizó con el regreso de Ragnar a Kattegat después de 19 años de ausencia, por lo que tras su vuelta se encuentra con que el pueblo que abandonó casi 20 años atrás se ha convertido en un gran punto comercial y en un centro portuorio clave para los pueblos vecinos. Los hijos que tiene con Aslaug han crecido y se han convertido en guerreros como lo fue él en su época, y Björn, su primogénito e hijo de Lagertha, se ha ganado el rango de líder del pueblo.
La temporada está dividida en varias subtramas, siendo la principal la del periplo de Ragnar con su hijo menor Ivar hacia Bretaña junto con la del viaje de Björn con Floki y los demás hacia Francia para hablar con Rollo e ir juntos hacia el Mediterráneo y la de Lagertha en su empeño por recuperar Kattegat.
Personalmente esta mitad de temporada me ha parecido de lo mejor de la serie. Es cierto que Vikings llevaba varias temporadas siendo algo floja, al menos en algunos capítulos y en lo que a argumento se refiere, pero esta última me ha parecido genial. La incorporación de nuevos actores enriqueció muchísimo la trama y consiguió que, por lo menos yo, volviera a engancharme a ella como me pasó cuando descubrí la serie hace ya tres años. Sin embargo, antes de hablar de las cosas buenas de esta temporada prefiero hablar de la que me chirrió para así terminar con un buen sabor de boca.
Se supone que han pasado 19 años desde la marcha de Ragnar, pero en algunos personajes esos años no se ven reflejados, solo en el protagonista y en sus hijos menores. Lagertha está tan joven como antes; el hijo de Adelsthan debería tener unos 20 años y parece que tiene 13; al igual que Magnus, el hijo de la reina Kwenthrith y, supuestamente, también de Ragnar, que debería tener unos 24 y lo mismo, parece un adolescente. No sé si eso fue error de producción o que en realidad no pasaron tantos años, pero es una falta bastante grave.
Aparte de eso, y yendo ya a las cosas buenas, las tramas me parecieron de lo más interesantes, cada una con lo suyo, con sus batallas, sus decisiones y sus conclusiones. Lo que más destaco de esta temporada fue precisamente el papel que tuvo Ivar (interpretado maravillosamente por Alex Høgh Andersen) por su crueldad y sus ganas de ser todo un vikingo como su padre a pesar de su discapacidad (le llamaban Ivar el Deshuesado porque no podía mover las piernas). Me da la sensación de que él va a ser uno de los personajes importantes de las próximas temporadas y que va a dar mucho juego. Lagertha (Katheryn Winnick) es otro de mis personajes preferidos y en esta temporada no ha dejado de serlo; es una mujer muy fuerte que ha conseguido sobreponerse a muchas desgracias y que ha sabido aprender de ellas para aumentar su fortaleza y su audacia. Admito que me tiene enamorada y espero que no deje la serie nunca porque si lo hace se va a notar mucho.
Para finalizar solo diré que espero que en las próximas temporadas no disminuya el nivel que ha alcanzado la serie en esta mitad de temporada y que nos quede Vikings para rato, que las series tan y tan buenas escasean bastante.
¡Nos leemos pronto! 🎬
La temporada está dividida en varias subtramas, siendo la principal la del periplo de Ragnar con su hijo menor Ivar hacia Bretaña junto con la del viaje de Björn con Floki y los demás hacia Francia para hablar con Rollo e ir juntos hacia el Mediterráneo y la de Lagertha en su empeño por recuperar Kattegat.
Personalmente esta mitad de temporada me ha parecido de lo mejor de la serie. Es cierto que Vikings llevaba varias temporadas siendo algo floja, al menos en algunos capítulos y en lo que a argumento se refiere, pero esta última me ha parecido genial. La incorporación de nuevos actores enriqueció muchísimo la trama y consiguió que, por lo menos yo, volviera a engancharme a ella como me pasó cuando descubrí la serie hace ya tres años. Sin embargo, antes de hablar de las cosas buenas de esta temporada prefiero hablar de la que me chirrió para así terminar con un buen sabor de boca.
Se supone que han pasado 19 años desde la marcha de Ragnar, pero en algunos personajes esos años no se ven reflejados, solo en el protagonista y en sus hijos menores. Lagertha está tan joven como antes; el hijo de Adelsthan debería tener unos 20 años y parece que tiene 13; al igual que Magnus, el hijo de la reina Kwenthrith y, supuestamente, también de Ragnar, que debería tener unos 24 y lo mismo, parece un adolescente. No sé si eso fue error de producción o que en realidad no pasaron tantos años, pero es una falta bastante grave.
Aparte de eso, y yendo ya a las cosas buenas, las tramas me parecieron de lo más interesantes, cada una con lo suyo, con sus batallas, sus decisiones y sus conclusiones. Lo que más destaco de esta temporada fue precisamente el papel que tuvo Ivar (interpretado maravillosamente por Alex Høgh Andersen) por su crueldad y sus ganas de ser todo un vikingo como su padre a pesar de su discapacidad (le llamaban Ivar el Deshuesado porque no podía mover las piernas). Me da la sensación de que él va a ser uno de los personajes importantes de las próximas temporadas y que va a dar mucho juego. Lagertha (Katheryn Winnick) es otro de mis personajes preferidos y en esta temporada no ha dejado de serlo; es una mujer muy fuerte que ha conseguido sobreponerse a muchas desgracias y que ha sabido aprender de ellas para aumentar su fortaleza y su audacia. Admito que me tiene enamorada y espero que no deje la serie nunca porque si lo hace se va a notar mucho.
Para finalizar solo diré que espero que en las próximas temporadas no disminuya el nivel que ha alcanzado la serie en esta mitad de temporada y que nos quede Vikings para rato, que las series tan y tan buenas escasean bastante.
¡Nos leemos pronto! 🎬
No hay comentarios:
Publicar un comentario