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Hablaré muy brevemente del argumento porque no quiero hacer spoilers y porque la trama no es algo que pueda explicarse de una sentada... Donde los árboles cantan explica la historia de Viana de Rocagrís, una doncella que está esperando ansiosamente la llegada de la primavera para poder casarse con Robian, un caballero que ha sido, desde que ambos nacieron, su mejor amigo y su amor más profundo. Sin embargo, durante el festival que se celebra al llegar el Solsticio de Invierno, todo el reino recibe la noticia de que los bárbaros del Norte planean atacar Nortia (el centro del reino) para hacerse con el poder. De ese modo los caballeros deberán olvidarse de los festejos e irse a luchar... mientras que Viana tendrá que quedarse en Rocagrís sin ser ni siquiera una pizca consciente de todo lo que le espera y lo que la vida le tiene reservada...
Sinceramente, este resumen del argumento no explica apenas nada, pero os aseguro que lo mejor que podéis hacer es leer este libro sin tener mucho conocimiento de qué trata. He de confesar que nunca había leído ningún libro de Laura Gallego a pesar de que es una de las autoras españolas juveniles más influyentes de nuestro país (es la autora de la reconocidísima trilogía Memorias de Idhún), y ya os digo que tendré que ponerme al día con más de sus novelas. Lo comenté con una amiga el otro día, y le dije que, aunque Donde los árboles cantan me estaba gustando, sentía que lo habría disfrutado más si lo hubiera leído siendo más jovencita, quizá con diecisiete o dieciocho años. Ahora bien, os aseguro que con mis casi veintitrés he disfrutado del final como la que más y no he llorado más porque no he podido.
En mi opinión el principio del libro es algo lento (pero claro, es la introducción, y es una novela que trata el tema de las caballerías, el medievo y sus costumbres; es necesario explicar muchas cosas y explicarlas bien) pero a medida que la historia va avanzando y la acción se va desarrollando te empieza a crear adicción y te va metiendo cada vez más en el mundo de Viana y sus compañeros. Lo cierto es que hay momentos en los que Viana es bastante irritante, inconsciente y algo molesta, pero en el fondo se puede llegar a entender por qué hace todo lo que hace y sus esfuerzos por que todo se solucione. Eso sí, admito que en más de una ocasión me parecía simplemente una niñata irresponsable, pero al final se le acaba cogiendo cariño. Ahora, para mí el mejor personaje es Uri... Que no os diré quién es porque quiero que, si os decidís a leer la novela, os sorprendáis con él como lo hice yo y que os conquiste poco a poco.
Sí que me ha parecido que había detalles bastante predecibles y que el libro me ha sorprendido más bien poco (también por eso creo que lo disfrutarían más adolescentes de entre catorce y dieciocho años), pero el final ha sido simplemente emotivo. Llegados a este punto quiero aclarar que soy llorona hasta más no poder. Si hay algún detalle triste en algún libro o película, tened por sentado que lloraré; ahora bien, como he dicho antes, con esta novela he llorado como hacía tiempo que no lloraba. Normalmente, cuando un libro me hace llorar se me caen un par de lágrimas y poco más, pero con este, a medida que iba leyendo el epílogo, tenía que parar para secarme las lágrimas y sonarme porque si no, no había manera de continuar. Después dejaba de llorar y volvía a empezar al cabo de unos minutos, y así por lo menos cinco veces. La verdad es que aún estoy sorprendida con mi reacción, pero no lo he podido evitar. Hacía mucho tiempo que no leía un final tan conmovedor, de verdad, tan lleno de sentimientos, y mi llorona interior no lo ha podido soportar. Simplemente comentar que las únicas veces que he llorado de esa manera con libros han sido con Bajo la misma estrella (cómo no) y Cazadores de Sombras, Los Orígenes: Princesa Mecánica.
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¡Hasta pronto!
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