Ni siquiera sé si existes, hay bastantes posibilidades de que no, pero más vale prevenir que curar. He pensado que la mejor manera de que me conozcas es "escribiéndote una carta" en forma de entrada de blog, ¿a que mola? (En realidad no, pero no importa). Ahora mismo tengo 23 años y, si te digo la verdad, no tengo ni idea de qué hacer con mi vida. Sí que tengo más o menos claro lo que no quiero, pero hay taaaaaaaaaaaantas cosas que me muero por hacer que si empiezo no paro. Eso sin contar con que quiero trabajar en tantos sitios y dedicarme a tantas cosas que una vida entera no me llega ni para la mitad. Me encantaría ser redactora en una revista cultural (sobre todo centrada en la música o el cine), aunque también sería feliz trabajando como productora musical. Uno de mis sueños (seguramente frustrados) es ser escritora pero como es muy difícil llegar a vivir de ello pues me contento con poder escribir algo pequeñito de vez en cuando (aunque aquí también entran las entradas del blog, claro).
Adoro los animales. Cuando nos casemos (sería mejor decir "Si decidimos casarnos", porque tampoco tengo claro si quiero hacerlo) querré tener mascotas. Me da igual si son gatos, perros, pájaros, hámsters, hurones... Me da igual, pero yo quiero vivir rodeada de animales (que no en una granja, a ver si nos entendemos), así que espero que a ti también te gusten porque si no... mal empezaremos. Me encanta el cine y me encantan las películas de Disney. Soy muy fan de Frozen (toma cliché) y Enredados, y cuando se me va la cabeza me paso los días cantanto sus bandas sonoras, así que te vas a hartar de oírlas y es muy probable que termines aprendiéndotelas. Aparte de eso, cada pocos meses necesito ver las películas porque me hacen muy feliz y me hacen sentir menos adulta de lo que en realidad soy y eso me encanta. Además, mi película favorita es y ha sido siempre Grease, así que la veremos como mínimo una vez al año, ¿vale? Y esto no es negociable bajo ningún concepto (bueno, sí, si me dices que podemos verla con más frecuencia).
Mis gustos musicales también son especiales, por decirlo de alguna manera. No estoy muy puesta en música actual; sí que me gustan algunas canciones de ahora pero solo porque las escucho en la radio o en la televisión. Sin embargo, si quieres una guía de música antigua no encontrarás mejor compañera que yo (modestia aparte, ¿vale?). Mi grupo favorito es sin duda Bon Jovi aunque le siguen muy de cerca The Beatles; no creo que haya en el mundo mejores grupos que ellos. Pero oye, también me encanta Queen y si algún día quieres que hagamos un concierto privado y cantemos Bohemian Rhapsody, Don't stop me now o I want to break free a grito pelado me vas a conquistar sin remedio. Y si ya me cantas Bed of roses o Something en la intimidad... en fin, más vale que no lo escriba por aquí (contenido XXX).
Amo leer aunque ahora no lo haga con tanta frecuencia como antes. Una vecina me llamó una vez "rata de biblioteca" y, lejos de molestarme (sí que me molestó un poquito, ¿quién era ella para juzgarme?), lo acepto porque así es. No sabes lo mucho que me gusta ir a la biblio y pasar rato buscando nuevas lecturas y descubriendo nuevos autores así que muchas veces, en vez de llevarme de compras, tendrás que llevarme a la biblioteca. Obviamente también me gusta ir de compras, claro que sí, pero no durante mucho rato porque me aburro con facilidad. No soy de las que se pueden pasar tooooooooda la tarde metidas en un probador, yo solo escojo lo que me gusta, me lo pruebo y si me queda bien, me lo llevo, y si no, quizá también porque qué pereza.
Soy muy llorona, tenlo en cuenta. Lloro con mucha facilidad, sobre todo con libros o películas. Cuando estoy moñas me gusta poner películas tristes o romanticonas para poder soltar los lagrimones y quedarme a gusto, así que deberás acostumbrarte a verme con los ojos rojos como tomates y sonándome los moquillos cada dos por tres (qué imagen tan poco sexy). No soy muy (nada) deportista. Me gusta salir a caminar, sí, pero a mí no me lleves a correr ni al gimnasio porque no va a funcionar, lo sé desde hace mucho tiempo. Soy bastante sedentaria y por eso muchos días prefiero quedarme en casa haciendo la croqueta (lo que viene siendo hacer el vago). Sin embargo, también habrá días en los que querré salir, ver ciudades, pasear y no estar en casa (parece que soy una persona de contrastes, quién iba a decirlo). Soy una cocinera terrible, pero terrible de verdad. Se me quema hasta el agua, pero a veces (con muy poca frecuencia) me gusta hacer de cocinitas e intentar preparar algo mínimamente decente para el apetito humano. Eso significa que espero que tú sí que sepas cocinar, o que al menos se te dé bien, porque si no, no tardaremos en morir ambos de inanición. Y siguiendo con la comida, soy la persona más delicada para comer del mundo entero. No sé cómo mi madre no me ha enviado a la porra ya con esto pero es verdad; hay muchísimas cosas que no me gustan y que no las como, así que ten paciencia conmigo con ese tema, por fi.
Dejando las cosas "superficiales" aparte quiero decirte, aunque suene extraño, que yo no quiero ser tu vida entera ni que tú seas la mía. En todo caso, quiero formar parte de tu vida y que tú la formes de la mía pero sin que lleguemos a absorbernos como si fuésemos aspiradoras. No quiero ser una extensión tuya ni que tú seas una extensión mía, quiero que me complementes y quiero complementarte pero sin llegar a depender el uno del otro como si la vida nos fuera en ello. Quiero aprender de ti y que aprendas de mí cada día, que avancemos juntos y sin prisas, conociéndonos pocos a poco. No quiero que cambies tu forma de ser por estar conmigo ni quiero cambiar la mía por estar contigo porque me gusta la persona en la que me he convertido (estoy convirtiendo). A veces me quiero más y a veces menos, pero poco a poco he aprendido a quererme y a apreciarme tal como soy y espero que tú también lo hagas poco a poco; te puedo prometer que yo lo intentaré contigo cada día. No quiero que dejen de gustarme las cosas que me gustan porque quizá no sean de tu agrado; yo tengo mis gustos y tú tendrás los tuyos, así que deberemos respetarnos.
Y si en algún punto de tu vida piensas que no puedes aguantarme más o si simplemente conoces a otra persona que te complementa más que yo, dímelo sin tapujos. No alargues el sufrimiento de ambos y háblame claro, sin rodeos. Me dolerá, pero prefiero que seas sincero y que me hieras antes de que te mantengas en silencio y me hagas pensar que todavía me quieres. Por mi parte intentaré hacer lo mismo.
Más que una carta esto parece la Guía Michelín sobre cómo conocer a Romi, pero me apetecía hacer algo así y creo que de vez en cuando está bien pararse a pensar cómo es uno mismo. Además, me he dejado muchísimas cosas en el tintero, seguro, pero más o menos he escrito todo lo que ahora mismo me parece importante (si no, ya me ocuparé de hacértelo saber). Todavía no sé si existes, es muy probable que no, pero si algún día llego a conocerte, pondré todo mi empeño en hacerte feliz.
Con mucho amor,
Romi.
(Nos leemos la semana que viene 🌺).
Amo leer aunque ahora no lo haga con tanta frecuencia como antes. Una vecina me llamó una vez "rata de biblioteca" y, lejos de molestarme (sí que me molestó un poquito, ¿quién era ella para juzgarme?), lo acepto porque así es. No sabes lo mucho que me gusta ir a la biblio y pasar rato buscando nuevas lecturas y descubriendo nuevos autores así que muchas veces, en vez de llevarme de compras, tendrás que llevarme a la biblioteca. Obviamente también me gusta ir de compras, claro que sí, pero no durante mucho rato porque me aburro con facilidad. No soy de las que se pueden pasar tooooooooda la tarde metidas en un probador, yo solo escojo lo que me gusta, me lo pruebo y si me queda bien, me lo llevo, y si no, quizá también porque qué pereza.
Soy muy llorona, tenlo en cuenta. Lloro con mucha facilidad, sobre todo con libros o películas. Cuando estoy moñas me gusta poner películas tristes o romanticonas para poder soltar los lagrimones y quedarme a gusto, así que deberás acostumbrarte a verme con los ojos rojos como tomates y sonándome los moquillos cada dos por tres (qué imagen tan poco sexy). No soy muy (nada) deportista. Me gusta salir a caminar, sí, pero a mí no me lleves a correr ni al gimnasio porque no va a funcionar, lo sé desde hace mucho tiempo. Soy bastante sedentaria y por eso muchos días prefiero quedarme en casa haciendo la croqueta (lo que viene siendo hacer el vago). Sin embargo, también habrá días en los que querré salir, ver ciudades, pasear y no estar en casa (parece que soy una persona de contrastes, quién iba a decirlo). Soy una cocinera terrible, pero terrible de verdad. Se me quema hasta el agua, pero a veces (con muy poca frecuencia) me gusta hacer de cocinitas e intentar preparar algo mínimamente decente para el apetito humano. Eso significa que espero que tú sí que sepas cocinar, o que al menos se te dé bien, porque si no, no tardaremos en morir ambos de inanición. Y siguiendo con la comida, soy la persona más delicada para comer del mundo entero. No sé cómo mi madre no me ha enviado a la porra ya con esto pero es verdad; hay muchísimas cosas que no me gustan y que no las como, así que ten paciencia conmigo con ese tema, por fi.
Dejando las cosas "superficiales" aparte quiero decirte, aunque suene extraño, que yo no quiero ser tu vida entera ni que tú seas la mía. En todo caso, quiero formar parte de tu vida y que tú la formes de la mía pero sin que lleguemos a absorbernos como si fuésemos aspiradoras. No quiero ser una extensión tuya ni que tú seas una extensión mía, quiero que me complementes y quiero complementarte pero sin llegar a depender el uno del otro como si la vida nos fuera en ello. Quiero aprender de ti y que aprendas de mí cada día, que avancemos juntos y sin prisas, conociéndonos pocos a poco. No quiero que cambies tu forma de ser por estar conmigo ni quiero cambiar la mía por estar contigo porque me gusta la persona en la que me he convertido (estoy convirtiendo). A veces me quiero más y a veces menos, pero poco a poco he aprendido a quererme y a apreciarme tal como soy y espero que tú también lo hagas poco a poco; te puedo prometer que yo lo intentaré contigo cada día. No quiero que dejen de gustarme las cosas que me gustan porque quizá no sean de tu agrado; yo tengo mis gustos y tú tendrás los tuyos, así que deberemos respetarnos.
Y si en algún punto de tu vida piensas que no puedes aguantarme más o si simplemente conoces a otra persona que te complementa más que yo, dímelo sin tapujos. No alargues el sufrimiento de ambos y háblame claro, sin rodeos. Me dolerá, pero prefiero que seas sincero y que me hieras antes de que te mantengas en silencio y me hagas pensar que todavía me quieres. Por mi parte intentaré hacer lo mismo.
Más que una carta esto parece la Guía Michelín sobre cómo conocer a Romi, pero me apetecía hacer algo así y creo que de vez en cuando está bien pararse a pensar cómo es uno mismo. Además, me he dejado muchísimas cosas en el tintero, seguro, pero más o menos he escrito todo lo que ahora mismo me parece importante (si no, ya me ocuparé de hacértelo saber). Todavía no sé si existes, es muy probable que no, pero si algún día llego a conocerte, pondré todo mi empeño en hacerte feliz.
Con mucho amor,
Romi.
(Nos leemos la semana que viene 🌺).
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