lunes, 1 de agosto de 2016

Del revés (Inside Out)

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Antes de nada me toca pediros disculpas por no haber avisado por aquí de que iba a tomarme dos semanas de descanso en el blog para poder preparar entradas y para centrarme en otras cosillas, así que siento ese despiste tan grande. Pero ya estoy aquí de nuevo (con menos entradas preparadas de las que me gustaría, sinceramente) con las pilas algo más recargadas y con ganas de hablaros de muchas cositas. 

Hoy me apetece hacerlo concretamente de una película que vi la semana pasada y que me atrapó casi desde el primer segundo. Se trata de la famosa Del revés (Inside Out) (2015), dirigida por Pete Docter y Ronnie del Carmen y perteneciente a la factoría Disney/Pixar. Lo cierto es que no sabía qué esperarme de ella cuando empecé a verla, y precisamente por ese motivo tardé tanto en hacerlo, porque me daba miedo decepcionarme. Por una parte conozco a varias personas completamente enamoradas de este film y a las que les pareció de lo más innovador y original; pero por la otra también conozco a otras personas a las que les aburrió muchísimo y que se decepcionaron bastante. Pero bueno, como digo siempre, la única solución que existe para saber si te gusta una película es verla, así que al final lo hice y... me encantó de principio a fin. Me daba cosilla que terminara aburriéndome porque las últimas "novedades" que he visto de Disney/Pixar no me han terminado de convencer, pero Inside Out me acabó conquistando. 

Hacía tiempo que una película no me tenía tan enganchada a la pantalla desde el principio y me mantenía así durante la hora y media que dura, pero sí, apenas despegué la vista del monitor en ningún momento. Una de las cosas que más me gustó de ella, sinceramente, fue su parte adulta. Sí que se supone que es una película infantil pero en el fondo esconde mucha psicología adulta y ciertos elementos que no están destinados a los niños y que difícilmente podrán captar. Ojo, no estoy diciendo que los más pequeños no vayan a ser capaces de entenderla, seguro que lo harán y la disfrutarán un montón, pero sí es cierto que Inside Out hace muchos guiños a los más mayores. Básicamente fueron esos guiños los que me hicieron pasarme media película con los ojos llenos de lágrimas y sonándome los mocos cada dos por tres, así que ya os podéis imaginar. 

No quiero hacer ningún spoiler pero me gustaría hablar de algunos detalles de la vida (muy relacionados con la película) que a veces se nos olvidan por lo pequeños y contradictorios que son pero que sin duda son ciertos. Gracias a Inside Out recordé que, en muchas ocasiones y sin que nos demos cuenta, la alegría puede llegar a resultar egoísta. A veces, por hacer algo que nos alegra, nos olvidamos de todos aquellos que nos rodean y hacemos las cosas sin pensar que tal vez estamos hiriendo a los demás con nuestros actos. También se nos puede olvidar que, en según qué momentos, es saludable sentir tristeza. A veces está bien no estar bien porque la tristeza tiene una parte buena: si no existiera, no existiría la alegría y viceversa. Sí que a veces podemos estar tristes, pero seguro que poco después habrá algo que nos hará sentirnos alegres de nuevo y así en un círculo sin fin. Necesitamos la tristeza para poder sentir la alegría. Y justamente vi la película en un día en el que no me sentía precisamente alegre, así que me vino perfecta para que ese detalle no se me olvidara. 

Todos los personajes de este film están perfectamente definidos, cada uno con su personalidad propia y única. Definitivamente me quedo con Tristeza porque me pareció, simple y llanamente, adorable. Alegría también me gustó pero hubo momentos en los que llegué a sentir por ella algo de desprecio precisamente por lo que os he dicho antes: por lo egoísta que puede llegar a ser. La que también me gustó mucho fue Asco (o Disgust en inglés) porque en muchas ocasiones se parecía a mí y ponía la misma cara que pongo yo cuando algo me disgusta o me repugna (he encontrado otro de mis spirits animals, parece). 

Para terminar me gustaría destacar una escena del final del film, una escena que me hizo reírme a carcajadas mientras lloraba como una descosida y que me encantó. Se trata de la escena en la que aparece cómo es por dentro la mente de un gato y es, de verdad que sí, buenísima. No es ningún spoiler, solo es un apunte que quería comentaros para que veais lo rara que soy a veces y lo bien que me hizo sentir echarme a reír como una loca mientras lloraba. Y nada, eso es todo; espero haberos dado el empujoncito que os faltaba para querer ver esta película si todavía no lo habéis hecho, y si lo hacéis espero que me digáis qué os ha parecido.  

¡Hasta la semana que viene! 🌻

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