lunes, 14 de septiembre de 2015

Peter Pan de J. M. Barrie


Me gustaría que mi primera reseña, si se le puede llamar así, estuviera dedicada a un libro que ha marcado mis últimos meses, por no decir todo este año y parte del pasado. No es ningún otro que Peter Pan de J. M. Barrie. La edición que yo tengo (la que os muestro en la foto) es del 2011 y no solo contiene la historia propia de Peter Pan que todo el mundo cree conocer, sino que cuenta con una breve biografía del autor (escrita por Ana Ramos), muy importante para entender el porqué del libro, así como otros pequeños relatos que integran el personaje de Peter Pan. 

Lo que decía de que la gente cree conocer la historia de Peter Pan es cierto; cuando alguien escucha el nombre de Peter Pan lo primero que le viene a la cabeza es: un niño que vuela que se lleva a tres hermanos a una isla llamada Nunca Jamás y que luchan contra unos malvados piratas, fin. Pues no es así, señores/as míos/as. No es así, porque hoy en día, en el año 2015, siglo XXI, sigue habiendo gente que cree que Peter Pan es una idea de Disney, sin ser conscientes de que la historia de Peter Pan no proviene siquiera de una novela, sino de una obra de teatro. No me voy a poner a relatar la vida del autor porque nos estaríamos aquí años y años, pero es importante que sepais que James Matthew Barrie no tuvo una vida fácil y que luchó con muchas ganas por convertirse en un gran dramaturgo, y lo consiguió, pues cuando se le ocurrió la idea para crear una obra de teatro sobre Peter Pan ya era uno de los más reconocidos y célebres dramaturgos de Londres. 

Un día conoció a una familia que contaba con cinco hijos, los Llewelyn-Davies (quien haya visto la película Descubriendo Nunca Jamás les sonará, pero por favor, no creáis todo lo que veis en las películas, pues en esta especialmente se modificaron muchos hechos para que la historia fuera más bonita), y fueron ellos los que le inspiraron a escribir una obra de teatro sobre Peter Pan entre 1903 y 1904, que finalmente convirtió en una novela en 1911. 

Ahora bien, tengo la intención de destripar un poco el libro (en el buen sentido) y voy a hablar de temas que no concuerdan demasiado con las versiones cinematográficas que todos estamos acostumbrados a ver (me incluyo, obviamente. Que las películas tengan poco que ver con el libro no significa que no me gusten). Así que si no queréis saber la verdad os recomiendo que dejéis de leer a partir de ya. 

Peter Pan no es una historia para niños. Es una historia para adultos (con toques infantiles) con elementos que siempre relacionamos con los niños. A saber: hadas, perros que hacen de niñera, niños voladores... entre muchos otros. Barrie es cruel en muchas ocasiones en el libro, pero sobretodo muy original y divertido en la manera que tiene de narrar los hechos. Eso sí, lo que a mí más me chocó al leer la novela fue saber que Peter Pan era un niño siniestro, no simplemente un niño travieso al que todo le trae al fresco mientras él pueda jugar y divertirse. Se puede incluso decir que Peter Pan es malvado en algunos momentos, pues, por ejemplo, hay una escena en la cual está dispuesto a matar a uno de los Niños Perdidos por haber agredido a Wendy. Eso sin contar que en la novela hay un momento en el qual se afirma que, una vez los Niños Perdidos empezaban a crecer, Peter se deshacía de ellos. Sacad vuestras propias conclusiones. 

Obviamente no pretendo poner a nadie en contra de la historia, Barrie la escribió así en su época y tuvo muy buena acogida. Lo que me gustaría es que no os dejéis llevar por Disney, porque Disney domesticó la historia y sus personajes reduciéndolos a simples personajes infantiles (que no está mal porque la película de 1953 sí está destinada a niños), pero es cierto que podía haber llevado la historia por otro camino. Lo que realmente me duele, por decirlo de alguna manera, es que mucha gente se sienta ofendida al saber la verdad que hay detrás de la novela de Barrie. Claro que choca conocer algunos elementos siniestros de una historia que todos, en parte, hemos conocido gracias a Disney, pero también es culpa de Disney por idealizarlo todo tanto y por dulcificarlo. Y la culpa no es del autor, él se limitó a escribir una historia como a él le pareció bien y que, como ya he dicho, tuvo muy buena acogida por la crítica de la época.

Pero es cierto que Peter Pan es una novela maravillosa, con un narrador de lo más original que en todo momento habla con el lector, incluso le pregunta de manera retórica cómo quiere que continúe la historia, cosa que hace más amena la lectura y mucho más entretenida. Además de eso, da su opinión (su verdadera opinión) sobre algunos personajes, como en el caso de la Señora Darling, a la que reconoce detestar al final del libro. Desde luego es una novela que, si se lee con la atenció que merece, no dejará indiferente a nadie. 

Aparte de eso, la edición que yo tengo dispone de unas ilustraciones preciosas hechas por el dibujante F. D. Bedford en el año 1911 para la novela original de Barrie, como esta que os dejo a la derecha. Si queréis ver más, en este enlace podréis verlas todas, y de verdad que merecen la pena porque son una auténtica maravilla. 

Me encantaría hablar de las adaptaciones cinematográficas de la novela (realmente hay mucho que decir), pero como hay tanto me explayaría demasiado y esta entrada no terminaría nunca. Quizá lo deje para otra ocasión, porque este verano he acabado bastante cansada de Peter Pan, de Barrie y de las adaptaciones cinematográficas (era el tema de mi Trabajo de Final de Carrera, así que...). 

Por ahora termino aquí. Espero que os haya gustado mucho esta primera entrada oficial, y si os ha gustado podéis seguir el blog, comentar... Lo que queráis. (Oviamente si no os ha gustado también podéis decírmelo; una servidora siempre estará dispuesta a mejorar). 

Entonces, ¡nos leemos en la siguiente!

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